lunes, 11 de enero de 2010

Vidas Amarillas

Lenta e incansable manecilla

Himno de las horas vividas

De triunfos, y amores amarillos,

que rellenan cultos e ilusos

un vientre de hueco perpetuo

que bombea un corazón frío

vivo pero casi muerto, agotado

por veloces e implacables calendarios.

Decisiones calladas, pasiones apagadas

Altas ramas de uvas plagadas.

Anhelos de vidas amarillas, compradas

Descoloridas alegrías no acompañadas

solitarias cinturas no abrazadas

hermanas de manos desoladas,

labios rotos y pupilas mojadas

que ansían desconsoladas.

Días de fuertes anclas amarradas

a resacas de otras marejadas

Paz de tormentas acorraladas

pero latentes, pacientes, ardientes,

y al instante, evidentes, patentes.

presentes.