lunes, 25 de octubre de 2010

El que siempre Ama.

Déjale ir, si en verdad le amas,

Mírale mientras se aparta

y siéntete feliz, si feliz se marcha

Si en verdad es amor

Con lágrimas en los ojos

Su felicidad abrazas

Y celebras que al menos uno

El amor alcanza.

Siente ese dolor

Que el pecho te atenaza

Y te sabrás crecido

Porque el ego rechazas

Dejando volar libre

Al que de corazón amas.

No temas el futuro

Porque amará el que ama

Y amarás de nuevo

Hasta que en libertad compartas

Todo el amor

Que tu pecho guarda.



Mencía Quioreng

lunes, 6 de septiembre de 2010

Amor Liquido

Amad porque no tenéis mas remedio

Amad porque sois dicha, alegría

Amor del puro, aun en la pena

Construid con ilusión en primavera

Disfrutad del verano y

No os arruguéis cuando llegue el otoño

Amad porque no tenéis más remedio

Sed puro amor, pura dicha

Disolveos en emoción y

Amad porque no tenéis más remedio

Y no os rindáis cuando llegue el invierno

Porque pronto volverá la primavera

Y volveréis a construir con ilusión

Porque si sois amor, amor del puro

Todo pasará ante vosotros

Y daréis amor porque no tendréis más remedio

Porque si solo sois amor no podréis dar otra cosa

Que vuestra casa, sea una casa de amor

Que sea árbol y de frutos

Que recojan vuestro legado

Amad porque no tenéis más remedio

Y en el amor os fundiréis

Porque del amor fuisteis, sois y seréis

Amad porque no tenéis más remedio.

Mencía Quioreng.

Dedicada a mi hermana y a Charly el día de su boda (03 de Septiembre 2010)

martes, 27 de julio de 2010

Amor de Agua

Amor puro, amor de agua
Amor de amiga, de hermana
Sin interés te amo
A cambio de ti, a cambio de nada
Yo te doy porque te quiero
No poseo, no espero
Sólo quiero quererte
Porque te admiro
Y encuentro en ti
Un espejo en el que mirarme
Más guapa, más buena
más generosa y más sincera
porque no te reconocería
si no me viera en ti
y porque existes me reflejo
en tu destello.
Cuanto me das amiga mía
Por compartir conmigo
Y ser parte de mi vida.

Mencía Quioreng

Dedicada a mi hermana y a todas mis amigas, sobre todo a las tres más mejores Mayca, Nurita y Yolita. (por orden alfabetico)

No culpes a nadie - Pablo Neruda

Titulo: No culpes a nadie
Autor: Pablo Neruda (Poeta Chileno, 1904-1973)

Nunca te quejes de nadie, ni de nada,
porque fundamentalmente tu has hecho
lo que querías en tu vida.

Acepta la dificultad de edificarte a ti
mismo y el valor de empezar corrigiéndote.
El triunfo del verdadero hombre surge de
las cenizas de su error.

Nunca te quejes de tu soledad o de tu
suerte, enfréntala con valor y acéptala.
De una manera u otra es el resultado de
tus actos y prueba que tu siempre
has de ganar.

No te amargues de tu propio fracaso ni
se lo cargues a otro, acéptate ahora o
seguirás justificándote como un niño.
Recuerda que cualquier momento es
bueno para comenzar y que ninguno
es tan terrible para claudicar.

No olvides que la causa de tu presente
es tu pasado así como la causa de tu
futuro será tu presente.

Aprende de los audaces, de los fuertes,
de quien no acepta situaciones, de quien
vivirá a pesar de todo, piensa menos en
tus problemas y más en tu trabajo y tus
problemas sin eliminarlos morirán.

Aprende a nacer desde el dolor y a ser
más grande que el más grande de los
obstáculos, mírate en el espejo de ti mismo
y serás libre y fuerte y dejarás de ser un
títere de las circunstancias porque tu
mismo eres tu destino.

Levántate y mira el sol por las mañanas
y respira la luz del amanecer.
Tú eres parte de la fuerza de tu vida,
ahora despiértate, lucha, camina, decídete
y triunfarás en la vida; nunca pienses en
la suerte, porque la suerte es:
el pretexto de los fracasados.

Corazón coraza - Mario Benedetti

Corazón coraza

Porque te tengo y no
porque te pienso
porque la noche está de ojos abiertos
porque la noche pasa y digo amor
porque has venido a recoger tu imagen
y eres mejor que todas tus imágenes
porque eres linda desde el pie hasta el alma
porque eres buena desde el alma a mí
porque te escondes dulce en el orgullo
pequeña y dulce
corazón coraza
porque eres mía
porque no eres mía
porque te miro y muero
y peor que muero
si no te miro amor
si no te miro

porque tú siempre existes dondequiera
pero existes mejor donde te quiero
porque tu boca es sangre
y tienes frío
tengo que amarte amor
tengo que amarte
aunque esta herida duela como dos
aunque te busqué y no te encuentre
y aunque
la noche pase y yo te tenga
y no.


Mario Benedetti

lunes, 8 de febrero de 2010

Viejas Miradas Nuevas - Soneto -

Longeva tus ojos gastados hablan
Y sin embargo brillan sus palabras
Porque el amor a ellos ha llegado
Una vez más el júbilo abrazan

Longeva que habías olvidado
Las cosquillas en estas carnes blandas
Te sorprenden tardías mariposas
Y tus ojos alegría brillaran.

Ternura, amor tardío me provocas
Hoguera de miradas conformadas
Llamas en niñas antes ahogadas

Celebran traviesas amor secreto
Profunda ternura de amor de viejos
Iluminador, íntimo y añejo.

M.Quioreng

viernes, 29 de enero de 2010

El ojo del viento

Lo había conseguido. Tenía que llegar de inmediato a la calle azahar, antes de que se dieran cuenta. Corría sin descanso. Si seguía a ese ritmo llegaría en pocos minutos. Mierda, ya están aquí. Vi a uno de los hombres de Zago que venía hacía mi. Giré la primera calle y en la segundo cruce me encontré con el zoco. Decidí cruzar por el mercado, me sería fácil hacerme invisible, estaba atestado de gente. Se mezclaba el olor a sudor, con otros de especias, te, y el de comidas rápidas, típicas de la región que ofertaban varios tenderetes improvisados, ignorando toda higiene, y que se extendían a lo largo de toda el recorrido.

No era la mejor elección para llegar lo más rápido al otro lado de la ciudad, pero si la única que me daba alguna posibilidad de alcanzarlo viva. No quería mirar atrás. Jadeando del esfuerzo, avanzaba todo lo deprisa que me permitía el ir y venir de la gente. Si conseguían alcanzarme era una mujer muerta, o algo mucho peor.

Giré un momento la cabeza y pude ver que aún me seguían. Apreté el ritmo, atropellando a mi paso todo el que se ponía por delante, apenas me quedaban 15 metros para salir del barullo, y por fin podía ver el coche donde me estaba esperando mi contacto. Mis perseguidores ganaban terreno. Tenía que llegar, tenía que llegar, pensaba. Pero arrollé a una anciana y se acortó la distancia que me separaba de la fatalidad. Estaba perdida. Alguien me agarro del tobillo. No entendía nada. Forcejeé intentando desasirme y miré hacia el suelo, pero no sabía de donde venía la mano. Entonces me empujaron, dejé de notar tierra bajo mis pies, y caí hacia abajo. Me di un buen golpe, dolió mucho pero no tenía nada roto. Me encontraba en una galería donde todo estaba muy oscuro, pero no había nadie.

Estaba demasiado alto para salir por donde había llegado, y podía distinguir algo que parecían unas antorchas un poco más adelante así que decidí avanzar hacia la luz. Según me acercaba a las antorchas empecé a escuchar una música. Era envolvente, muy alegre me recordaba a una colección de cuentos de lugares exóticos que me leía mi abuela para dormir. Me sentía irremediablemente atraída por la música. Tenía que descubrir de donde procedía. Ni siquiera me paré a pensar en que pudiera pasarme algo. Me olvidé de que me perseguían. Ni siquiera pensaba en quién me había empujado y que podía ser una trampa. Sólo seguía avanzando a través de las galerías hacía ese sonido tan especial.

Por fin después de un recodo había una sala de donde venía la música. Nadie notó mi presencia cuando entré en ella. Hombres, mujeres y niños hacían círculo en torno a una mujer bellísima que bailaba al son de la música. La bailarina movía su cuerpo como si hubiera perdido el esqueleto, giros y contornos imposibles para que sonaran los adornos que colgaban de las costuras de su falda. Se acerca y se alejaba mirando fijamente, haciendo el círculo humano que rodeaba su espectáculo. Con esos ónices, profundos, pintados al estilo egipcio que parecían prometer una vida de sueños, de pasiones y maldiciones. Una vida de aventura continúa. Libre.

Pero se le escapó un deseo de sus ojos cuando paró un poco más de un instante delante de un espectador. Y se convirtió en una vida de cuentos exóticos. De aquellos con princesas que se enamoraban de forasteros de países lejanos, que me leía mi abuela cuando yo era pequeña. Disfruté muchísimo aquella noche en esa sala al final de las galerías, me sentí como en uno de esos cuentos. Fui la bailarina y el espectador en mis sueños. Recordé sus vidas por un momento, mágico, y fue como si las hubiera vivido. Después de ese espectáculo hubo otros muchos. Magos, malabaristas, cuentistas y se dio una gran fiesta, con bailes, comida y bebida para todos.

Nunca supe quien me empujó a las galerías, ni que se celebraba, ni siquiera como al día siguiente amanecí tumbado en un parque, pero así fue como salvé la vida y recuperé el diamante de la tribu del tatarabuelo. La joya con la talla más precisa y más perfecta del universo, la más hermosa que jamás se ha visto. El ojo del viento.

lunes, 11 de enero de 2010

Vidas Amarillas

Lenta e incansable manecilla

Himno de las horas vividas

De triunfos, y amores amarillos,

que rellenan cultos e ilusos

un vientre de hueco perpetuo

que bombea un corazón frío

vivo pero casi muerto, agotado

por veloces e implacables calendarios.

Decisiones calladas, pasiones apagadas

Altas ramas de uvas plagadas.

Anhelos de vidas amarillas, compradas

Descoloridas alegrías no acompañadas

solitarias cinturas no abrazadas

hermanas de manos desoladas,

labios rotos y pupilas mojadas

que ansían desconsoladas.

Días de fuertes anclas amarradas

a resacas de otras marejadas

Paz de tormentas acorraladas

pero latentes, pacientes, ardientes,

y al instante, evidentes, patentes.

presentes.